Provarla... es añorar los días en que entraba por la reja blanca de 6o cm, atravesaba el portón y un olor sutilmente dulce me embriagaba por completo, entraba a la cocina y ahí estaba Juana Isabel, sacando del caldero con un trinche, una arepa con huequito.
Juana: "Mija, un año sin verte. ¡muach, muach! Tas como flaca, bueno de acá te vas repuestica, no te preocupes. Deja la maleta en el cuarto que ya te sirvo."
Del Mar: Gracias abue.
Recordar ese instante, solo me hace pensar en los sabores que se pierden en el tiempo y en nuestras frágiles memorias.
3 comentarios:
Mmmmm, de azucar, de azucar!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Qué rico!!!!!!!!!!!!!!!!!
Hay que intentar hacerlas.
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