No se que pasa pero últimamente no puedo abandonar mi cama a tiempo, levantarme tarde se me esta convirtiendo en un habito y por supuesto hoy no fue la excepción, pero tal vez era el único día que no lo quería hacer. Viernes 9 am, un montón de cosas por hacer… incluyendo mi almuerzo y aún no salgo de mis cobijas, una cita en la U a las 9 am, desayuno en el centro a las 10 am para el cumple de Vica, entregar los libros de la Luís Ángel que están vencidos hace 2 días,… en fin, un día chocolate sol*. Solo que todo se complica si me levanto tarde, así que para cuando eran las 2 pm tenía un genio de los mil demonios, y justo en el momento en el que iba hacer implosión apareció Legatô con un dulce regalo, un paquete de moritas que inmediatamente me transportaron a un tiempo olvidado. Recuerdo que solía comer estas golosinas una tras otra sin darme cuenta en donde comenzaba o terminaba un paquete, su sabor equilibrado recuerda el acido de la fruta original combinada dulcemente en dos texturas, el centro es una delicada y suave gomita, acida un poco dulce, recubierta por sólidas bolitas rojas de azúcar. Un dulce regalo perfecto para cambar ánimos, traer recuerdos y lo más importante fabricar instantes para tener recuerdos…

* Crédito del termino: Juan El NiñoBomba.
** Credito imagen: PedritoP. por prestarme la cámara.
*** Crédito general: al señor Legatô por endulzarme la tarde.
8 comentarios:
Quipitos...
Gudis...
Paleta Manotas...
Borrachitos...
Marihuanas...
Bolas de colores anisadas...
los recuerdos de los sabores del colegio
Mmmm, berlinas...
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